Detención del pensamiento, gathas y haikus

Detención del pensamiento, gathas y haikus

Buenas tardes a todos!
Hoy voy a hablaros de tres conceptos que se me han presentado relacionados en estos últimos tiempos.
Estos son: la detención del pensamiento, los gathas y los haiku.
Explicaré cada uno brevemente.
La detención del pensamiento es una técnica psicológica, inventada por Bain en 1920 y adaptada por Wolpe en 1950, que se utiliza para detener los pensamientos negativos y/o rumiativos que nos llevan a experimentar sensaciones desagradables y aumentan la ansiedad o la preocupación.
Muchos de estos pensamientos corresponden a los que llamamos automáticos negativos, surgen sin previo aviso y no somos capaces de controlarlos, dejándonos llevar por ellos y obteniendo un estado de ánimo bajo o negativo.
Estos pensamientos a detener también son rumiativos, vuelven una y otra vez aunque intentemos apartarlos, incluso con más fuerza. Son propios de fobias, trastorno obsesivo, en momentos de estrés intenso o cuando nos encontramos ante problemas que debemos solucionar.
Vemos que no nos aportan nada, son negativos, se repiten y son limitantes. Estos pensamientos no nos dejan avanzar, nos impiden continuar con nuestros proyectos porque se apoderan de nuestra mente.
¿Cómo ponemos en práctica esta técnica? 
Lo haremos en varios pasos:
  1. Determinar cuáles pensamientos son los que queremos eliminar. Para ello, primero tenemos que identificar esos pensamientos y lo podemos hacer usando autorregistros (les dedicaremos otra entrada), escribiendo todos los pensamientos que se repiten y nos causan malestar.
  2. Focalizar la atención en el pensamiento que nos preocupa. Observamos el pensamiento
  3. Interrumpir el pensamiento. Al principio podemos usar una alarma, y cuando suene, di en voz alta ¡BASTA!
  4. Sustituir el pensamiento por otro. Es muy difícil, si no imposible, mantener la mente en blanco, y para que el pensamiento indeseado desaparezca debemos cambiarlo por otro que sea saludable, con lo que te sientas cómodo y que realmente interfiera con el pensamiento a eliminar.
Ahora explicaré los otros dos términos.
Los gathas son versos cortos que, en medio de las actividades cotidianas, nos ayudan a practicar la atención plena o mindfulness. Es una forma de ayudarnos a vivir y mantener la atención en el momento presente. Puede abrir y profundizar nuestra experiencia de actos sencillos que a menudo damos por sentados. Centrando nuestra mente en un gatha, volvemos a nosotros mismos y nos tornamos más conscientes de cada acción. Y cuando el gatha concluye, seguimos con nuestra actividad con una conciencia más expandida.
Podemos practicarlo en cualquier momento, por ejemplo, antes de arrancar el motor del coche. Recitamos el gatha de poner en marcha el coche:
Antes de arrancar el coche
sé dónde voy.
El coche y yo somos uno,
y si el coche corre mucho, yo voy muy deprisa.

 

El haiku es un estilo de poesía japonesa que se basa en la emoción que produce la observación de la naturaleza en el poeta. Para que ese asombro esté presente el poeta se elimina a sí mismo del proceso. En el haiku no se muestra interés por el ego, se acepta una lección de humildad. Así, el haiku se construye como instrumento para el desarrollo espiritual, haciendo al poeta estar en el momento presente, disolviendo su ego y maravillarse con la superioridad de la naturaleza.
Un ejemplo de haiku:
Diciendo «cuco» «cuco»
durante toda la noche

¡al fin la aurora!

 

¿Cómo relaciono detención del pensamiento, gathas y haiku? 

Los pensamientos puede jugarnos malas pasadas si no sabemos gestionarlos. Podemos pasar noches en vela si nos ronda una idea por la cabeza. Podemos envenenarnos y enfadarnos cuando le damos mil vueltas al enfado que tuvimos con un amigo. Podemos llegar a creer cosas inimaginables dignas de guión de Almodóvar.
Si nos dejamos llevar por todos esos pensamientos no estamos en el momento presente, no estamos viviendo la realidad. Entonces, las tres estrategias podríamos considerarlas como diferentes formas de meditación, de traernos al aquí y ahora. A la realidad última. Es como si bajáramos de la cabeza a los pies y nos sintiéramos de verdad aquí.

Como dije al comienzo, esta es mi manera de ver esto en este momento. También recalcar la dificultad que entraña la gestión saludable de los pensamientos. No es cuestión de horas o días, tómate tu tiempo. Y si pruebas estas tres formas y observas que no se ajustan a ti o no van contigo puedes probar diferentes formas de meditación como las dinámicas de Osho, pintar mandalas, escribir un diario…

Espero que os haya gustado esta entrada.
Un abrazo