Una breve introducción
Las disfunciones sexuales incluyen todas aquellas alteraciones que se producen en cualquiera de las fases de la respuesta sexual (deseo, excitación y orgasmo) y que impiden o dificultan el disfrute satisfactorio de la sexualidad (Labrador, 1994)
Existe una categoría adicional en la que se incluyen aquellas disfunciones que suponen la aparición de dolor en cualquier momento de la actividad sexual.
En consecuencia, el DSM-IV considera estas cuatro categorías principales de disfunciones:
–Trastornos del deseo sexual, como son, el deseo sexual inhibido (o hipoactivo) y trastorno por aversión al sexo
–Trastornos de la excitación sexual, en el hombre (trastorno de la erección) o en la mujer
–Trastornos del orgasmo, femenina y masculina (especialmente la eyaculación precoz)
–Trastornos sexuales por dolor, como la dispareunia o el vaginismo.
La Disfunción Eréctil
La disfunción eréctil es el trastorno sexual más estudiado con gran diferencia respecto a los demás. Se define como la incapacidad, persistente o recurrente, para obtener o mantener la suficiente rigidez del pene que permita una relación sexual satisfactoria.
Es un problema de salud de alta prevalencia entre los hombres, que repercute de forma importante en la calidad de vida del afectado y su pareja, en áreas como la estabilidad emocional, autoestima, vivencia de la masculinidad y las relaciones sociales.
Independientemente de la calidad de vida y la autoestima, cada día es más evidente que la DE se puede comportar como síntoma centinela de otras enfermedades (diabetes, hipertensión arterial, etc)
La consulta médica por problemas de erección o disfunción eréctil puede constituir una buena pista para la detección de patologías insospechadas por los pacientes. Los estudios presentados indican que existe una serie de factores asociados a la disfunción eréctil y que en muchas ocasiones empiezan a tratarse a partir de la detección de dicho problema.
Es con la llegada de nuevos fármacos orales que permiten un tratamiento cómodo y eficaz, cuando esta despierta el interés creciente de los profesionales sanitarios y anima a muchos pacientes a vencer el miedo y la vergüenza a hacer públicos sus problemas de potencia sexual.
Epidemiología
Su prevalencia varía entre diferentes países, culturas y razas. Los primeros estudios poblaciones publicados, datan de principios de los 90 y conservan aún su vigencia. Todos reflejan la influencia que la edad tiene sobre la prevalencia de esta patología, así como su estrecha relación con las enfermedades cardiovasculares.
Según el estudio EDEM (Epidemiología de la Disfunción Eréctil Masculina) en España:
*El 18,9% de los varones de entre 25 y 70 años presenta algún grado de disfunción eréctil, y que ésta aumenta con la edad.
*La DE es más prevalente en varones mayores, afectando a más del 50% de individuos mayores de 60 años, aumentado su frecuencia e intensidad a partir de esa edad. Es en esta edad cuando menos preocupa a los pacientes afectados, lo que los lleva a consultar menos con su médico.
*Un 75% lo asume como evolución fisiológica natural y un 7% ni siquiera es consciente del problema.
*De todas las disfunciones sexuales suele ser la que más preocupa suponiendo habitualmente el principal motivo de consulta en sexología.
*Hasta hace poco tiempo se consideraba la DE como un problema básicamente psicológico. No obstante, en sujetos más jóvenes, la etiología psicológica sigue siendo la más probable.
*La mayoría de los autores consideran necesaria la intervención multidisciplinar (urólogo, psicólogo, sexólogo) sea cual sea el caso.
Posibles causas en el inicio y mantenimiento de la disfunción eréctil
La DE está causada por una amplia gama de factores orgánicos, psicológicos, psiquiátricos, interpersonales y farmacológicos que pueden interrelacionarse dando lugar a las siguientes posibilidades:
-Inicio orgánico y mantenimiento psicógeno (psicológico) habiendo desaparecido la causa original (déficits de testosterona transitorios)
-Inicio y mantenimiento psicógeno pero en la evaluación aparece un factor orgánico (por ejemplo, depresión en la que se detecta una diabetes)
-Inicio y mantenimiento psicógeno (Por ejemplo: estrés que evoluciona hacia depresión)
-Inicio orgánico con agravamiento psicógeno (DE consecuencia de diabetes, ésta genera ansiedad y agrava el problema)
-Inicio y mantenimiento orgánico (consecuencia de la extirpación de bandeletas a raíz de prostatectomía). Aún así hay repercusiones psicológicas importantes
Por tanto, en toda disfunción eréctil van a influir diversos factores:
+Predisponentes
+Precipitantes
+Mantenedores
Hablaremos de ellos más adelante.
Causas orgánicas más frecuentes
1. Arterioesclerosis y enfermedad cardiovascular: Es la etiología más frecuente. Frecuentemente cursa con una obstrucción arterial más o menos intensa que ocasiona un llenado de sangre lento en el pene, lo que proporciona una erección débil que cede a cualquier pérdida de atención en lo erótico. Esto genera ansiedad de ejecución y ésta aumentará el déficit de flujo arterial.
2. Diabetes. La DE la presentan aproximadamente el 50% de los diabéticos. Su influencia está relacionada con los aspectos vasculares y neurológicos así como la coexistencia de déficits sensoriales.
3. Hiperlipemia. Altera progresivamente los vasos y aumenta la viscosidad sanguínea
4. Insuficiencia renal. El 80% de los hombres con insuficiencia renal crónica tienen problemas de erección.
5. Tabaquismo. Posee riesgo arterial elevado y su influencia sería la misma que tiene sobre otras afecciones circulatorias. Pese a este conocimiento, no hay evidencias de su relación directa sobre la DE
6. Alcohol. Por un lado, produce neuropatía y alteraciones hormonales (puede disminuir la presencia de testosterona y la espermatogénesis). Sin embargo, concentraciones bajas de alcohol puede intensificar discretamente la erección (pacientes inseguros pueden usarlo para desinhibirse y crear un hábito)
7. Alteraciones neurológicas. Suelen ser la causa del 8,5-10% de las disfunciones eréctiles. La respuesta sexual de estos pacientes dependerá del nivel y grado de la lesión.
Aspectos psicológicos
Farré y Lasheras clasifican las causas psicológicas de la disfunción eréctil en:
Factores predisponentes:
-Educación moral y religiosa restrictiva
-Relaciones deterioradas entre los padres
-Información inadecuada sexual
-Experiencias sexuales traumáticas durante la infancia
-Inseguridad en el papel psicosexual durante los primeros años
-Trastorno de la personalidad
-Modelos paternos inadecuados
Factores precipitantes:
+Disfunción sexual previa
+Problemas generales en la relación de pareja
+Infidelidad
+Expectativas poco razonables sobre el sexo
+Disfunción en la pareja
+Algún fallo esporádico
+Reacción a algún trastorno orgánico
+Edad (cambios en las respuesta sexual)
+Depresión y ansiedad
+Anorexia nerviosa
+Experiencias sexuales traumáticas
+Estrés
+Aborto (en algunas ocasiones)
+Momentos especiales (episodios de cansancio, ansiedad o depresión).
Factores mantenedores:
*Ansiedad ante la interacción sexual
*Anticipación del fallo o fracaso
*Sentimientos de culpabilidad
*Falta de atracción entre los miembros de la pareja
*Escasa comunicación entre los miembros de la pareja
*Problemas generales en la relación de pareja
*Miedo a la intimidad
*Deterioro de la autoimagen
*Información sexual inadecuada
*Escasez de estímulos eróticos
*Miedos o fobias específicas (a la intimidad, al embarazo, a la pérdida de control, al rechazo)
*Escaso tiempo dedicado a la seducción y a las caricias antes del coito
*Trastornos mentales (depresión, alcoholismo, anorexia nerviosa, ansiedad, etc.)
En última instancia, parece que la ansiedad de ejecución o rendimiento es el desencadenante de la pérdida de la erección y actúa como precipitante y mantenedor, estableciendo así un círculo vicioso.

Esta ansiedad es desencadenada por factores generadores de ansiedad, como el temor al fracaso, la obligación de resultados, el altruismo excesivo y la autoobservación.
Otras variables a tener en cuenta a la hora del inicio y mantenimiento de la disfunción y su posterior tratamiento serían :
-Estructura de la personalidad.
-Escasa asertividad, pasividad.
-Ansiedad generalizada.
-Síntomas obsesivos.
-Estado de ánimo.
-Los estados depresivos pueden producir DE, y a su vez la DE puede derivar en depresión.
-Relación de pareja.
-La actuación de la pareja actuará como factor predisponente, precipitante o de mantenimiento
Mi consejo
Si en algún momento sufres una pérdida o incapacidad para lograr o mantener la erección y te sientes preocupado, recurre a tu médico, al de cabecera y al urólogo, te harán los reconocimientos y análisis pertinentes. Una vez desechada la causa orgánica, acude a un especialista en sexología. En consulta evaluaremos la situación buscando los factores que están presentes a la hora del inicio y mantenimiento de la DE. Tras la evaluación se propondrá el tratamiento conductual y emocional que mejor se adapte a las circunstancias, con la finalidad de retomar una vida sexual saludable y placentera.
Tiene solución. Acude siempre a especialistas.
